El ayuntamiento de Sanxenxo acaba de anunciar que gastará unos 85.000 euros en la trece fiesta de la raya de Portonovo. El presupuesto aumenta unos 20.000 euros con respecto al año anterior, que no fue electoral.
La raya desembarcada en la lonja de Portovo en lo que va de año, hasta el 16 de marzo, está en 671,6 kilos que dieron en primera venta 2.709 euros. En todo el año 2006 las capturas sumaron 3.945 kilos, que aportaron 15.619 euros. En los años de este siglo, el mayor importe en primera venta se dio en 2002 con 59.557 euros por la subasta de 15.163 kilos. En las lonjas gallegas, entre 2001 y 2006, ambos inclusive, se subastaron 23.213.011 kilos, siendo la aportación de Portonovo del 0,2 por ciento, frente al 72,4 de Vigo.Incluso en O Grove superan los desembarcos de Portonovo. Pero, ¿creen sensato gastar en promocionar un producto 69.381 euros, que son algo más de once millones y medio de las anbtiguasa pesetas, más que los 15.619 euros que dieron las rayas en primera venta el año pasado? Esto es pasarse de la raya. Y por encima, y no porque sea la trece edición, se aumenta el presupuesto, según los bienpensados, porque es año electoral. Los malpensados sostienen que un pinchito de raya en boca de octogenarios ayuda a reclutar votos. Esta fiesta por la pesca litoral no hace nada, pero ¿qué hace por la promoción turística? Más de lo mismo. Sanxenxo tiene muy poco de turístico, aunque exista una web que le da el título de "capital turística de Galicia". Es un sitio de veraneo para muchos gallegos y algunos foráneos. Lo que gastan los ourensanos o los santiagueses durante el veraneo en Sanxenxo no engorda el PIB de Galicia. No obstante, el presupuesto municipal destina en 2007 un total de 450.000 euros al sector turístico. Casi 75 millones de las antiguas pesetas harían más por el "turismo" si los gastasen en reparar las carreteras locales, que las hay de tres metros de ancho y con doble dirección. Es posible que a Sanxenxo le deban el reconocimiento de las peores carreteras locales de España. Y la Xunta gastando lo que no tiene en construir una autovía cuando coordinando las carreteras de las distintas administraciones y con poco parné se podía llegar a las playas sin tanto dispendio.
Y la oposición reclamando que se dediquen más cuartos a la "desestacionalización" turística, porque con sólo el período estival no se sostiene la hostelería que está cerrada unos diez meses al año. Llevar turistas a Sanxenxo en invierno, como no sea a costa del Inserso y de las Diputaciones castellanas, es tarea imposible. No hay que engañarse y seguirle el juego a los especuladores.
De otra parte, todos los días del año Portonovo festeja a la raya, a mesa y mantel, en Casa Manolito. Pero el Ayuntamiento dedicándole al pez salacio una fiesta que visten de gastronómica y cultural, para que los internautas cuelguen en la red una receta de la caldeirada de raya, que entre los ingredientes ponen kilo y medio de perejil, tanto como de raya y 500 gramos más que de patatas. Una fiesta que adquiere la raya en Asturias, ya que Portonovo con flota a menos no asegura los kilitos que se degustan en la fiesta. Quien gana con la raya es la DGT, que aprovecha la amplitud del paseo de Baltar para hacer soplar a los comedores de raya y el que supere el nivel de alcohol a soltar 600 euros que por pronto pago tienen una rebaja considerable. ¡Qué país!