El tramo gratuito de la autopista del Atlántico, a su paso por Compostela, dicen que, tras la inauguración de la autovía Santiago-Padrón, pasa de los 50.000 vehículos día. ¿Cuántos corresponden a tráficos de pago? La intensidad media diaria (IMD) de toda la autopista, desde Ferrol a Tui, en 2007, fue de 27.029 vehículos. Si estimamos una media de 27.000 vehículos día, procedentes de los trayectos desde Vigo o Coruña, que pagan por circular por el llamado tramo Santiago Norte-Santiago Sur, no es un tráfico excesivo. Pero si los vehículos que circulan sin abonar peaje aportan otro tanto, aumentan las situaciones de riesgo y los percances. Y la seguridad vial, en vilo.
La autopista surgió en 1973 con una concesión por 39 años, pero ya está en 74. Hasta 2048 toca pagar peaje, gracias a diez años más de los socialistas y 25 que aumentaron los populares. Los gritos de "autopista, non" de unos pocos gallegos llevaron al Gobierno central a mantener cerrado el puente de Rande cuando el dinero era caro. La sociedad "Audasa" quebró y el Estado adquirió todas las acciones. Pero el eje Fene-Tui previsto para 1982, no se concluyó hasta 2003. Y en ese año el Estado vendió un paquete de cinco autopistas -tres gallegas- por 1.621 millones de euros. (Audasa ingresó en 2007 más de 152 millones de euros. A este ritmo de recaudación, entre 2003 y 2048 recogerán un total de 6.840 millones de euros. ¡Vaya sablazo!). El Estado sólo se preocupó de recaudar y los políticos gallegos, a la luna de Valencia. Pero el Gobierno estatal aún aprovechó para meter tráficos locales y de balde por la autopista en vez de dotar a las ciudades gallegas del itinerario de vías de circunvalación. En Santiago, hace más o menos medio siglo, comenzó a construirse la carretera de circunvalación, pero no pasó de Romero Donallo. Después se habló de circundar la ciudad con una ronda. Y transcurridos lustros se logró una avenida para coches que llaman "periférico", pero que no rodea la ciudad. Ahora se promete una autovía de Sigüeiro a Padrón, que si la hicieran a tiempo no sería más que un trozo de la circunvalación, de la ronda o de la vía periférica. Pero al mismo tiempo nos vienen con la milonga de ampliar la AP-9 hasta cinco carriles. Salida costosa y que no facilita la comunicación de la periferia con la ciudad. Será crear un problema a los tráficos entre Coruña y Vigo (24 euros para turismos y 52 para camiones, ida y vuelta) sin dotar a toda la urbe de accesos. Además una ciudad con visitantes y turistas en aumento, necesitaría la ronda o circunvalación o el periférico con estacionamientos disuasorios. Ciudades menos importantes y menos pobladas que Santiago disponen de rondas o de vías de circunvalación. Pero aquí en vez de construir de una vez lo que se lleva años augurando, anuncian llevar hasta cinco los carriles del tramo Santiago Sur-Santiago Norte de una autopista de peaje para sobrecargarla con el tráfico de los gratuitos. Claro que lo peor es que igual se cruzan de brazos, como es habitual, y lo dejan para cuando todos estemos calvos.