La non nata Ley 10/2009, de Cajas de Ahorros (DOG 5 enero 2010), que modifica el Decreto Legislativo 1/2005, de 10 de marzo, (DOG 27 mayo 2005), una especie de parto de los montes del Partido Popular y del resquebrajado BNG, ignora que Caixa Galicia cuenta con entidades fundadoras, porque la prepotente entidad coruñesa las eliminó. En la primera ley de Cajas de Galicia (DOG 18 julio 1985) se fija entre el 25 y 35% los consejeros generales que serán elegidos en representación de las corporaciones, de las entidades o de las personas fundadoras, de las entidades de caracter cultural, científico, benéfico, cívico, económico o profesional de reconocido prestigio en el ámbito territorial de actuación de la Caja y de personalidades de singular prestigio en las esferas mencionadas. Completa el apartado b) del artículo 27 de la ley de 1985 el siguiente párrafo: "De no existir entidad o personas fundadoras o de no resultar posible su identificación, la representación de este apartado será del 25% de los consejeros generales".
Caixanova, institución financiera privada, de naturaleza fundacional, con carácter benéfico-social, en el artículo 1º de sus Estatutos, señala que "son Entidades Fundadoras de
El párrafo "de no existir entidad o personas fundadoras, o de no resultar posible su identificación" se mantiene en el artículo 23 del Decreto legislativo de 2005, pero ya no aparece en la Ley 10/2009, que asigna a las entidades fundadoras el 10% de los consejeros generales (dieciséis) y añade que "en el caso de no existir entidades fundadoras o de no alcanzar el 10%, su representación se le atribuirá a la Comunidad Autónoma de Galicia y a las corporaciones locales a partes iguales". En la disposición transitoria segunda hacen borrón y cuenta nueva: "en el caso de no existir entidades fundadoras, la representación del Parlamento de Galicia y de las Corporaciones locales será respectivamente de 40 miembros". Pero existen. Ocurre que los gobiernos autonómicos que se han sucedido en Galicia desde 1985 no se han preocupado de identificar a dichos fundadores. Y así abren la puerta a pequeñas prebendas para sus acólitos. Porque los consejeros generales, los vocales del consejo de administración y de la comisión de control "tendrán -señala la normativa gallega- caracter honorífico y gratuito y no podrán originar percepciones diferentes de las ayudas de coste por asistencia y desplazamiento autorizadas con caracter general por el Gobierno de la Comunidad Autónoma". Y lo autorizado debe estar en 53 euros por asistencia y 0,19 euros por km. Poquita cosa para los grupos políticos, acostumbrados como están a tomar decisiones para percibir dinero de cualquier arca pública.
Los consejeros designados por los partidos políticos, si la ley Feijóo llega a aplicarse, pasarán de 32 a 40 en el caso de Caixa Galicia porque dan por hecho que no tiene entidades fundadoras. Sin embargo, esto es falso por cuanto Caixa Galicia es el resultado de siete procesos de fusión por absorción y de tres adquisiones parciales. Igual creen que es fundación de Méndez y la Alianza de Bombos Mútuos Encadenados. La Caja de Ahorros y Monte de Piedad de La Coruña, fundada en 1876 por accionistas del Crédito Gallego, hubiera desaparecido en 1905 si 42 coruñeses no hubieran asumido el papel de protectores reuniendo 105.000 pesetas. En 1944, la Caja coruñesa integra a la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Lugo, fundada por el ayuntamiento de la capital lucense. La Caja de Ahorros de La Coruña y Lugo absorbe a la Caja General de Ahorros y Monte de Piedad de Ferrol, que había nacido en 1902 como Caja de Ahorros y Monte de Piedad del Círculo Católico de Obreros de Ferrol. A partir de esta fusión surgió Caixa Galicia para comerse el mundo financiero. En 1980 Caixa Galicia incorporó a la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Santiago, fundada por la Sociedad Económica de Amigos del País de Santiago en 1880, en cuya acta de absorción figuran hasta los nombres de los fundadores. En 1980 le tocó el turno a la Caja de Ahorros Provincial de Lugo, fundada por la Diputación en 1968. Después continuó con la absorción de las cajas rurales gallegas, excepto la de Lugo, que todavía subsiste dando ejemplo como Caixa Rural Galega con oficinas en las cuatro provincias. En 1992 integra la Caja Rural de León. En la década de los noventa también adquirió oficinas al Banco de Fomento y al Urquijó y en 2000 compra 61 oficinas del grupo BNP-Paribas. Pero en 1995 dejó que la Caixa Geral de Depósitos de Portugal se llevase el histórico Banco Simeón por 17.186 millones de pesetas (103.2 millones de euros) por una participación del 85,2% en manos de Argentaria.
Caixanova, fusión de las Cajas de Ourense, Pontevedra y Vigo, arranca en el año 2000, cuando Caixa Galicia contaba ya dos décadas operando como fusión de cajas. En 1999 el activo de Caixa Galicia alcanzaba los 14.575,9 millones de euros y 106,1 de beneficios. Era la cuarta caja de España por activos y la séptima por beneficios. Caixa Vigo con un activo que equivalía al 28,8% del de la entidad coruñesa conseguía el 51% de los beneficios. Las tres cajas del sur sumaban un activo de 7.044 millones de euros y unos beneficios de 82,2 millones. En 2002, el activo de Caixa Galicia con respecto a 1999 aumentó en un 69%, mientras que Caixanova se quedó en un 47%. El activo de Caixa Galicia en 2009 se situó en 46.802 (-0,19% en relación con el año anterior), el 87% más que en 2002. El crecimiento de Caixanova fue más brillante, ya que alcanzó un activo de 27.175 (+4,39% en relación con el año anterior) y el 162,4% más que en 2002. Cixanova completó su expansión en 2008 con 586 oficinas y 3.270 empleados. En cuanto a beneficios en 2009, Caixa Galicia anunció 91 millones (59,5% menos que en 2008) y Caixanova 109,9 (38,4% menos). Es el segundo ejercicio en que la caja del sur obtiene mayor beneficio que la del norte, pues ya en 2008 consiguió 178,5 millones de euros frente a los 159,9 de la entidad coruñesa. En el último ejercicio, según los datos de ambas cajas, Caixanova, con un activo equivalente el 58,9% de Caixa Galicia logró, sin embargo, un beneficio superior en un 20,7%. Las nuevas concesiones de crédito en 2009 alcanzaron 8.621,5 millones de euros en Caixanova y 8.229 en Caixa Galicia.
Volviendo de nuevo a las entidades fundadoras, ¿por qué el Ejecutivo gallego no procedió a su identificación? Unicamente se explica por el desmesurado afán por politizar las cajas de ahorro, y pasando de cumplir la ley, resulta que ahora legislan de manera que los partidos políticos parlamentarios van a contar en Caixa Galicia con 8 consejeros más y otros ocho las corporaciones locales, también designados por partidos políticos. Lo curioso de los partidos políticos es que ni el ayuntamiento ni la Diputación de Lugo reclaman el derecho de ser entidades fundadoras. Tampoco lo hace la Sociedad Económica de Amigos del País de Santiago.
El Decreto legislativo 1/2005 de Galicia y el Decreto legislativo 1/2008 de Cataluña son casi idénticos. Coinciden en la representación de sectores en la Asamblea, con la diferencia de que los representantes de las Corporaciones locales en Cataluña incluyen a los consejos comarcales. Ni en la normativa gallega de 2005 ni en la catalana de 2008 dan entrada a consejeros designados por los poderes de la Comunidad Autónoma, ya que por patronazgo controlan la gestión y ratifican las fusiones, absorciones o liquidaciones que acuerden las asambleas generales. El Decreto catalán no fija límite de edad para ser consejero general ni miembro del consejo de administración, mientras que el Decreto gallego indica que los miembros del consejo de administración que elige la asamblea no pueden superar los 75 años en el momento de la toma de posesión. En cuanto al director general coinciden ambas normativas que cesarán por jubilación a la edad que fijen los estatutos. En el caso gallego, Caixanova establece en sus estatutos que el director general "cesará por jubilación a la edad de 65 años", mientras que Caixa Galicia determina que "cesará a la edad de 70". La ley Feijóo impone para los consejeros generales del Consejo de Administración que cumplir 70 años "será causa inmediata de cese y serán sustituidos por sus suplentes". Y obliga a que el director general cesará por jubilación o por alcanzar la edad de 70 años. Galicia, en materia de Cajas de Ahorro, de acuerdo con el Estatuto, tiene competencia exclusiva, pero condicionada por las bases y la ordenación económica general del Estado. Ya el Tribunal Constitucional se ha referido a competencia concurrente o compartida. El Decreto legislativo 1/2005 es constitucional, sin embargo, la ley Feijóo está recurrida y con fundamento suficiente para que populares y nacionalistas se coman su autoritarismo. Si lo que perseguían era la fusión de las Cajas gallegas, si sus asambleas adoptaran un acuerdo en ese sentido, no hacía falta una nueva ley. Pero al querer imponerla a través de llenar las asambleas de satélites de los partidos políticos y constituir unas asambleas que digan "sí wuana", se ha pasado de querer modificar una normativa constitucional por una ley urgente con visos de inconstitucionalidad. El Gobierno central ha puesto la ley Feijóo-Aymerich en manos del Tribunal Constitucional. Lo mismo que ha hecho el presidente Feijóo con normas emanadas de la Administración central del Estado. No obstante, Cataluña que anda en fusiones varias lo está haciendo con un decreto legislativo casi idéntico al gallego, que no contempla "fusiones frías", señor Feijóo, porque es anterior al FROB.
La catalana la Caixa, también fruto de fusiones, cuenta con cinco entidades fundadoras, que designan veinte consejeros (12,5% de la asamblea), cuatro por cada una: el Ateneo Barcelonés, el Instituto Agrícola Catalán de San Isidro,
¿Por qué se priva al ayuntamiento de Lugo, a la Sociedad Económica de Amigos del País de Santiago y a la Diputación Provincial de Lugo de su condición de entidades fundadoras de la actual Caixa Galicia?