Sobre la Autopista dice Audasa en su web: "Su construcción, conservación y explotación -que fue concedida por el Estado en el año 1973 a Autopistas del Atlántico, C.E.S.A. (AUDASA), ha supuesto una inversión en torno a los 1.428 millones de euros". El Estado la privatizó en 1984 y diez años más tarde el Gobierno socialista, con Josep Borrell Fontelles de ministro de Obras Públicas y Transporte, amplió la concesión en diez años, con lo cual en vez de revertir en 2013, se prorrogó hasta 2023. Esta prórroga la desconocen los medios de comunicación gallego. En el 2000, el Gobierno Aznar amplió la concesión en 25 años, siendo ministro de Fomento Rafael Arias Salgado, a cambio de que Audasa construyese el acceso a Ferrol porque la autopista, según el decreto de concesión, terminaba en Fene. El ministerio tenía en el Presupuesto construir con sus recursos la autovía de acceso, pero al Gobierno de Aznar se le ocurrió que Audasa aportase los 25.000 millones de pesetas a cambio de ¡VEINTINCO AÑOS MÁS DE CONCESIÓN! Un desequilibrio. Todos los usuarios de la autopista de cabo a rabo a pagar peaje 25 años más, lo cual perjudicó y castiga de manera notable a Vigo y Pontevedra porque circulan a tope por el tramo más caro de España. El Gobierno de Aznar, en consejo de ministros celebrado el 25 de julio de 2003, aprobó la venta de Ena a Sacyr, siendo titular de Fomento, Francisco Alvarez Cascos. En 2008, Sacyr vendió Ena-Itinere y obtuvo una plusvalía de 856,2 millones de euros. El Estado, por su parte, percibió 1.586 millones de pesetas por la privatización de la Empresa Nacional de Autopistas (Ena). Además el Estado lleva recaudado por IVA, impuesto de sociedades, dividendos y otros conceptos una cantidad mayor. Vamos que los peajes ya han cubierto el coste de la infraestructura con intereses, pero aún quieren prolongar la sangría hasta más allá de 2048. Ultimamente Audasa publica con retraso sus cuentas, pero se puede estimar que la racaudación por peajes de la autopista ronda los 152 millones de euros al año, que si no se alterase como media en los 38 años que faltan de concesión supondría unos ingresos de 5.776 millones de euros. Además de todos esos números, aún queda la carga de la supresión del peaje en Rande y A Barcala, que comenzó en 2006 con 5,95 millones de euros, de los que la Xunta, por una decisión despilfarradora de Touriño y Quintana, aportó la mitad, 2,98 millones de euros. En 2010 esa cifra ya estaba en más de 4 millones y desde 2013 a 2048 estiman un total de 187,2 millones de euros. Y como la Xunta y Fomento no pagan con puntualidad, ya Audasa cobró intereses por mora. ¡Y aún quieren ampliar la concesión más allá de 2048! Este Blanco quiere dejar a Galicia sin blanca. La autopista es de competencia estatal, pero los gobernantes manirrotos, todos, que hasta ahora padeció Galicia regalan dinero para cubrir obligaciones de la Hacienda estatal. Las Autoestradas de Galicia también se llevan dinero todos los años. Lo de las autopistas de peaje en Galicia es un escándalo.
Las mentiras que el ministro de Fomento cuenta cada día a los gallegos para ocultar la marginación de su departamento con Galicia es para pedirle la dimisión. Todo se andará cuando los periódicos gallegos cumplan con su papel. Blanco cree que los gallegos son tontos. Pero él ni sabe leer los presupuestos que hace, ya que año tras año destacan por retrasar las obras. Por encima en la ciudad más castigada por los presupuestos de Fomento, la de Vigo, es donde se le ocurre prometer la ampliación de Rande a costa de seguir pagando peajes hasta finales de siglo. El Ave a Madrid (Olmedo-Lubián-Ourense-Santiago) dice Blanco que estará en 2015, pero desde el año pasado colocó 2016, fecha que al ritmo inversor que lleva será imposible de cumplir. Para el AVE Ourense-Santiago se emperra, Blanco claro, en repetir que llegará en 2011, pero en los presupuestos de ese año, SEITTSA pone el final en 2013, año en que habrá que destinar 34,5 millones de euros. Y a Vigo le va Blanco con el cuento de una estación para el AVE, la Vialia, operación especulativa para que la iniciativa privada que adelante la financiación gestione alquileres durante 50 años. En vez de una estación intermodal parece una manera de jorobar más al comercio vigués. Otra patada en la espinilla a Vigo es la entrada en servicio del Eje Atlántico. En el "Pa[c]to del Obradoiro" firmó Blanco que llegaría en 2012 y lo ha repetido ultimamente en varias ocasiones. Pero en los presupuestos de su departamento, correspondientes a la Dirección General de Infraestructuras Ferroviarias, para 2011 modificó la programación del año anterior para llevar la conclusión de 2013 a 2014. La inversión 2011-2012-2013 asciden a 653,9 millones de euros y cierra con 63,1 millones en 2014. Con esta programación, si se cumple, lo más probable es que el final quede para el primer trimestre de 2015. Marginación total a Vigo y el alcalde Caballero haciendo elogios del ministro. Blanco adula a Zapatero y todos los socialistas gallegos hacen lo mismo con Blanco. Y la oposición en vez de pedir dimisiones, quiere elecciones anticipadas para gastar lo que no hay.