Los Presupuestos Generales del Estado vigentes cuando José Blanco tomó posesión el 8 de abril de 2009 como Ministro de Fomento fijaban el final de la alta velocidad entre Lubián en Ourense en 2012. Y con el coste tottal repartido en cuatro anualidades: 2009-2012.Esta infraestructura a cargo de SEITTSA tenía un coste total de 1.158.9 millones de euros (sin Iva) con una inversión en el ejercicio de 215,5 millones.
Llegan los primeros presupuestos del ministro Blanco, los de 2010, y la infraestructura pasa de SEITTSA a ADIF, al tiempo que el coste total se dispara hasta 3.143 ,8 millones y el final de la obra se retrasa hasta 2016. En los presupuestos se desconoce si la inversión de 215,5 millones de euros de 2009 se llegó a ejecutar. La primera inversión de Blanco para esta obra fue de 36 millones de euros, sumando la programación cuatrienal 576 millones, quedando pendiente para el último trienio (2014-2016) nada menos que 2.567,8 millones de euros. En los segundos presupuestos de Blanco, los de 2011, el coste total sube a 3.183 millones y la miserable licitación de 36 millones de euros para 2010 se rebajó en 6 millones. Se modifica la programación plurianual y se destinan al cuatrienio 2011-2014 inversiones por 709,9 millones, quedando para el bienio 2015-2016 nada menos de 2.443,1 millones.
Blanco se comprometió en el mal llamado Pacto del Obradoiro, con Núñez Feijóo como cabeza de turco, a todo esto:
- A finales del año 2011 entrará en servicio la primera línea de alta velocidad en Galicia entre Ourense-Santiago, con doble vía electrificada y ancho internacional.
- En 2012 se pondrá en servicio la totalidad del Eje Atlántico de Alta Velocidad entre A Coruña y Vigo, incluyendo la electrificación de la vía y en ancho internacional.
- A lo largo de 2012 se pondrá en servicio el tramo Olmedo-Zamora y en 2014 el Zamora-Puebla de Sanabria.
- En torno a finales de 2015 se pondrá en servicio el resto del trayecto desde Madrid (Puebla de Sanabria-Ourense), completando la ejecución de la alta velocidad en Galicia, que incluirá la línea Ourense-Lugo y Ourense-Vigo por Cerdedo.
Para la consecución de estos objetivos, la previsión de las licitaciones del ministerio de Fomento para el período 2009-2010 en la Línea de Alta Velocidad Madrid-Galicia alcanzan un importe estimado de 4.678 millones de euros: en 2009, un importe total estimado de 1.316 millones de euros y 3.362 millones de euros en 2010.
Las licitaciones en 2009, según el seguimiento de Xosé Carlos Fernandez Díaz, Ingeniero T. Obras Públicas, se quedaron en 1.096,7 millones de euros, de los que correspondían a territorio gallego 787,8 millones. En 2010 el incumplimiento del ministro Blanco ha sido como una gran burla, pues le faltaron 3.242,9 millones para alcanzar la cifra comprometida. La licitación se quedó en el 3,5% de lo prometido, con 118,6 millones en Galicia y medio millón de euros en la alta velocidad de Olmedo a Lubián. En los Presupuestos de 2010, los primeros del ministro Blanco, incluye licitación por un total de 767,6 millones de euros a cargo del Grupo Fomento en la alta velocidad en Galicia y una previsión de licitación de 665 millones para 2011. Pero ya en los Presupuestos vigentes de 2011 rebaja la licitación a 415,1 millones de euros.
El cambio de programación plurianual que Blanco realiza en las cuentas de cada nuevo ejercicio con una considerable reducción de la inversión se traduce en que el principio del AVE gallego, entre Lubián y Ourense, tiene el final en 2016, aunque el ministro repite hasta cansar al contribuyente el “en torno a finales de 2015” desde hace dos años. El Eje Atlántico pasó de 2013 a 2014 y el tramo Ourense-Santiago de 2010 a 2013. El compromiso que adquirió por escrito ante el pueblo gallego duró menos de tres meses, el tiempo que transcurrió entre la parafernalia del pacto y el acuerdo del Consejo de Ministros de enviar el proyecto de ley de Presupuestos de 2010 al Congreso de los Diputados, donde entraron el martes, 29 de septiembre de 2009. Ningún parlamentario gallego le recordó que decía una cosa en el pacto y en sus reiteradas declaraciones y otra en los Presupuestos. El final de la obra del Ave llamado a comunicar Galicia con el resto de España que estampó en los Presupuestos es 2016.
El ministro Blanco, que va de sabio, mitinero permanente, por la vida, dijo en un pleno del Senado “que la inversión ejecutada es lo que se gasta cada año en un territorio y es lo que se corresponde con la letra y el espíritu de los presupuestos”. Desde que está en Fomento nunca cumplió la letra y el espíritu de los presupuestos. La Ley General Presupuestaria o la Ley General de Estabilidad Presupuestaria no van con él. No obstante, los presupuestos del ministro Blanco dejan al demagogo y mentiroso Pepiño con el culo aire. Tiene la gran suerte de que los 23 diputados y los 19 senadores que representan a las circunscripciones gallegas no le restregan los presupuestos por las narices cada vez que proclama que el Ave circulará desde Lubián a Ourense en el “en torno de finales de 2015”, cuando desde que llegó al poder colocó 2016, por tanto, sin hacer nada, ya estamos en 2018. Pepiño Blanco, con la burla de la alta velocidad, se está ganando que cualquier día le monten un “numca máis”.