EL “ESCORIAL DE SILLEDA” NO PUEDE ACABAR CON EL USO SECULAR DEL AMIO GANADERO
La crisis obliga a las familias, no a todas porque las hay que pueden capear los peores temporales, a reducir el gasto hasta en alimentación. En lo que se refiere a la carne de vacuno fresca, en 2010 se adquirió un 6,5 por ciento menos que en el año anterior, aunque se come carne de vacuno 7,7 días al mes. La crisis impone una demanda a la baja. Y esto se refleja en los nueve mercados nacionales de ganado de España, que entre 2003 y 2010 han perdido una media de concurrencia de casi el 36 por ciento, que para Amio superó ligeramente el 35 por ciento. En 2003, al mercado de Amio correspondió el 20,5 por ciento del movimiento transaccional de los 9 mercados nacionales para alcanzar el 20,8 en 2010, anualidad en la que registró el 25,9 por ciento del volumen de negocio de los nueve centros.
El Mercado Nacional de Ganado de Santiago de Compostela soporta la crisis y se mantiene como el más grande de España y entre los importantes de Europa. Cierto que se puede mejorar, aunque es difícil si tenemos en cuenta la actitud de las corporaciones municipales, que llevan años con una gestión pésima. Con la excelente ubicación geográfica de Santiago para atender al sector agrario gallego, resulta que los gestores de la empresa municipal de servicios, que eso es el ayuntamiento, son incapaces de desarrollar actividades agrarias y ganaderas para llenar de actividades el recinto de Amio. Y si quedan días libres, organizar actividades complementarias de carácter general que no entren en competencia con los recintos de exposición de Galicia.
UN MERCADO CONSOLIDADO Y UNA LONJA ATRAPAMILLONES
Puede que ese ya largo proceso de preparación del entierro del mercado de Amio se deba a que el Partido Popular persigue levantar la Feria de Silleda, que nació pirámide cuando había suficiente con un hórreo de los grandes. No basta con la respiración asistida que se le viene prestando desde hace años la Xunta de Galicia, ahora pretenden descaradamente sepultar un mercado consolidado en espera de un milagro para darle vida a un cuerpo muerto. Según los Presupuestos de la Comunidad Autónoma de 2010, los gastos de explotación del coloso de Silleda ascendieron en 2008 a 4,1 millones de euros, mientras los ingresos alcanzaron 1,5 millones. Estimaron los gastos de explotación de 2009 en 4,1 millones y 2,9 millones los ingresos. El Presupuesto de 2010 calcularon unos gastos de 3,8 millones, mientras los ingresos de explotación sólo aportaban 2,6 millones. La previsión de gastos para 2011 superaba los 4 millones y los ingresos se quedaban en 2,9 millones. Para 2012, la previsión de gastos asciende a 4,1 millones y los ingresos a 3,2 millones. Consta en los Presupuestos que elabora la consellería de Facenda, que la Fundación Semana Verde recibió aportaciones patrimoniales de la Xunta de 732.000 euros en 2010, 200.000 en 2011 y 310.000 euros le caerán en 2012. También recogen los Presupuestos de 2012 que las pérdidas del año pasado alcanzaron 1,8 millones de euros y estiman que las de 2011 sumarán 1.064.000 euros. Para 2012 tienen programada una ocupación de diez días en cuatro ferias.
En los presupuestos autonómicos para 2012 se da cuenta que en 2010 y 2011 se realizaron obras en las instalaciones de Silleda dedicadas a la lonja por un importe de 172.342 euros, con una financiación del 57,4% de Agader. Esperan además 597.000 euros para la pomposamente denominada Central Agropecuaria de Galicia y para el desarrollo sostenible del medio rural. (Por cierto, que con el objetivo del desarrollo sostenible también esperan una buena tajada para el nuevo laboratorio de Mouriscade que la Diputación de Pontevedra tiene en Lalín). El Consello de Contas de Galicia, con sus repetidos informes desacreditadores, no logra que la confusión de Silleda abandone su caminar torcido para tomar el camino de las buenas prácticas.
LA "PRACTICA BANCARROTA" DE RUEDA
La agencia Europa Press informaba el 3 de junio de 2009 que “la Xunta y la Diputación de Pontevedra dedicarán este año un total de 1,1 millones de euros a “reflotar” la Semana Verde como actuación de “urgencia” para “garantizar” el futuro de la feria internacional. El presidente del patronato de la Fundación y conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, denunció hoy que su departamento ha encontrado una situación de práctica bancarrota”.
(Caray, pero el desastre comenzó antes de 1996 y de aquella no gobernaba el bipartito, y hasta 2005 mandaba Fraga que en su última etapa tenía de vicepresidente a Núñez Feijóo).
El caso es que la Xunta celebró consello el día 4 de junio de 2009 y adoptó el acuerdo de “unha achega á Fundación Semana Verde de Galicia por un total de 850.000 euros para atender os compromisos adquiridos por esta entidade e, ao mesmo tempo, contribuir a súa viabilidade económico-financeira”. Y la referencia del Consello explicaba el por qué de esta dádiva, por cierto, el mismo día que se acordó un plan de austeridad con un recorte de 144 millones de euros… Veamos el por qué:
“A Fundación Semana Verde de Galicia ten como fins contribuir ao desenvolvemento do sector agrario a través de actividades feiráis e mercados agropecuarios; promover a cooperación público-privada no desenvolvemento de actividades feriáis e promocionais no eido agrario, alimentario, industrial e comercial para impulsar estes sectores; reforzar a posición estratégica de Galicia como plataforma feiral para o desenvolvemento de grandes eventos sectoriais de ámbito estatal e internacional; e impulsar e promocionar o Recinto Feiral de Galicia en Silleda como infraestructura de promoción e exposición comercial e como un enclave estratégico para o desenvolvemento socioeconómico da Comunidade”.
(Con esto más que una feria sectorial parece una Consellería paralela de Medio Rural. No olvidemos, sin embargo, que antes de la Feria de Silleda existían los certámenes de Ferrol y Vilagarcía y antes de que se levantase su descomunal recinto estaba abierta la de Ourense y después surgieron la profesional de A Estrada, Expolugo, Vigo, y Expocoruña. En fin, todas con problemas económicos que resuelve la Xunta, promotora y financiera de una alocada carrera de recintos).
LA FERIA MUNDIAL DE LA PESCA
El “escorial de Silleda” no está para soportar tanta competencia. Es algo que ya se preveía en 2001, cuando el ayuntamiento de Santiago desistió de crear un recinto ferial y tomó como suyo el de Silleda. O sea, un acuerdo de cordura. Santiago continuaba con el mercado de ganado en Amio. Tal acuerdo se consideró como la consolidación de Silleda como feria de referencia en Galicia. O sea, a soñar… Porque ya Vigo, mundialmente famoso por la World Fishing Exhibition, que organiza la firma World Trade Exhibitions, habilitó espacios por Vigo adelante para las muestras de 1973, 1985, 1991 y 1997. La rentabilidad de la Feria Mundial de la Pesca justificó la inauguración en 1999 de un recinto ferial en Cotogrande, que permitió que las ediciones de la WFE en 2003 y en 2009 pudieran crecer. Concretamente la edición de 2009 fue para el presidente ejecutivo de World Trade Exhibitions , Andrew Webster, “un verdadero negocio internacional”. Quizá la resonancia internacional de estas muestras con tanta aportación made in Vigo demande una organización viguesa de una feria bianual de pesca de ámbito mundial. Después de la experiencia de seis ediciones parece lógico que Vigo abandone caminar de ganchete de la empresa inglesa. Las actividades del Instituto Ferial de Vigo, hoy por hoy, apuntan que será el único certamen que pueda sobrevivir si el Gobierno gallego cierra de una vez el grifo del despilfarro para practicar la austeridad que predica. Si la receta que aplicó la Xunta a Fexdega la extiende a los demás chiringuitos feriales que están con las mismas carencias de financiación, Silleda ya debía buscar otros usos bien distintos de los certámenes feriales. Porque funcionó mientras fue humilde, organización improvisada, con pulpo y churrasco, obra del entusiasmo de unos cuantos comarcanos que colocaron Silleda en los medios de comunicación. Sus pabellones eran de madera, tipo oeste americano. (En su primera edición, el 77% de los expositores eran de la comarca). Pero las cosas cambiaron en 1992, cuando Fraga por ley abrió la puerta a la expropiación para la ampliación del recinto (“entre los más importantes de Europa”). Al año siguiente las máquinas comenzaron las obras para pasar de 175.000 metros cuadrados a 428.000, un incremento del 144%. Se inauguró en 1999 y difundieron por escrito “que tenía un área de influencia directa de 10 millones de personas que viven en el Noroeste de la Península Ibérica” y que era “puente comercial entre Europea y América”. De las 42,8 hectáreas de superficie total, 35.000 metros cuadrados corresponden a exposición cubierta, 20.000 al aire libre, 5.100 a restaurante y cafetería, 2.050 a oficinas, 1.200 a auditorio y 3.900 metros cuadrados a salas de conferencias. La capacidad del parking, 3.500 vehículos y la del restaurante, 4.500 comensales. No obstante, Silleda inauguró el primer hotel en 2003. Pero ya Maril no era el mismo. Parecía un experto en el uso de la propaganda para esconder la realidad.
El recinto del Instituto Ferial de Vigo (IFEVI) dispone de una superficie de 75.000 metros cuadrados y 27.000 en tres pabellones cubiertos. Dispone de un auditorio con capacidad para 506 personas y un autoservicio para 250 personas. En el exterior del recinto, un aparcamiento con 2.200 plazas así como un espacio para eventos deportivos y de ocio. Uno de los pabellones tanto puede acoger exposiciones feriales como eventos deportivos, dotado con gradas para 4.500 personas y un aforo de 11.000 plazas para conciertos.
En fin, IFEVI, el raciocinio, el buen hacer. Silleda, la desmesura, el despilfarro. La falta de profesionalización, el descontrol y el apoyo descarado de la administración autonómica derivaron en la agonía de la Feria de Silleda que fue tomando nombres distintos: Feria Exposición, Semana Verde de Galicia, Feria Internacional de Galicia, al tiempo que la Lonxa Agropecuaria de Galicia pasó a denominarse Central Agropecuaria de Galicia. Por las taquillas del recinto ferial de Vigo pasaron en 2003 un total de 786.478 visitantes, atraídos por los 80 eventos desarrollados, entre los que figuraba la Feria Mundial de la Pesca. A esa cifra hay que sumarle los 216.872 visitantes profesionales, con lo cual el ferial vigués captó en 2003 el 6,6% de los visitantes de los eventos feriales de España. Silleda en los cuatro últimos años contabilizó un total de 288.450 visitantes, de los cuales 100.000 en 2010, año en que se estableció por primera vez la entrada gratuita, se dejó de cobrar tres euritos per cápita, a pesar de lo cual se repitió el número en 2011, cuando Rueda, el mandamás de la feria con dinero público, la calificó como “capital do comercio galego”. ¿A qué juega? En un plis-plas se pasó de la bancarrota a capital del comercio de Galicia.
Si las vacas de Amio tomaran el camino de la Central Agropecuaria no es solución para el castillo de arena de Silleda. Por eso antes de eliminar Amio hay que meditar sobre la ruptura de una tradición de siglos. Varias generaciones heredaron el mercado o feria de ganado de Compostela y nadie tiene derecho a romper la costumbre de transmitirlas a las siguientes. Un cita muy respetada, aunque de autor desconocido, dice que “el uso se hace costumbre y la costumbre se hace ley”.