Ana Pastor, la ministra de las obras públicas y etcéteras, acudió a Vigo en el penúltimo día del año que se fue para contar que la “terminal provisional” de Urzáiz y todo el Eje Atlántico estará listo a finales de 2014. También confirmó que el proyecto Vialia, de una superficie comercial de más de 35.000 metros cuadrados con 150 tiendas, “sigue adelante”. Pero no mentó la importante y necesaria conversión de la estación de Vigo en pasante. Ha vuelto a Vigo en el día 13 del nuevo año para repetir la vieja cantinela de que los presupuestos de 2014 supondrán un importante impulso a la alta velocidad en Galicia. Este disco - “impulso” - está rayado de tanto que lo utilizaron Malena Álvarez y José Blanco. Ana Pastor sigue por la misma senda. ¿Cuánto bien le haría a Galicia que Ana Pastor paralizara la alta velocidad desde Lubián para planificar una nueva red ferroviaria? Al trazado que se ejecuta a ritmo de tortuga le sobran túneles. En el 2009 se han propuesto dos alternativas: una por Verín para evitar el macizo galaico y otra por Mondariz para servir a Vigo como se merece y no por el rodeo con más túneles por Cerdedo. Los túneles elevan la inversión, cierto que es por una vez , mientras el elevado coste de mantenimiento es para siempre y por anualidades. Tanto Fomento como Adif no han dado pruebas de utilizar el sentido común. Nadie atendió estas documentadas iniciativas que han tenido gran difusión en Internet.
VIGO, ESTACIÓN PASANTE
Pero volviendo al principio con Vigo y el Eje Atlántico. En noviembre de 2000 el ministerio de Fomento definía este Eje “en doble vía electrificada, ancho normalizado europeo de 1.435 mm y velocidades entre 120 y 220 km/h” y estimaba la inversión en 80.000 millones de pesetas, que equivalen a poco más de 480 millones de euros. “Estas actuaciones en el eje atlántico - informaba Vialibre - también comprenden la eliminación del retroceso de Guillarei y la eliminación de la estación en fondo de saco de Vigo, con retroceso desde Redondela, y la adecuación de vía entre Coruña, Betanzos y Ferrol”. La mentada fuente añadía : “Otra obra importante es la llamada Salida sur de Vigo que permitirá convertir la estación de Vigo en pasante, enlazar directamente con Porriño y evitar el retroceso hasta Redondela en el encaminamiento de los trenes hacia Tui y hacia Ourense”. En trece años no se ha logrado ejecutar un proyecto fundamental, más bien se echó en el olvido. De aquellos 480 millones de euros de coste inicial en el 2000, se ha pasado a 3.385 millones, de los cuales están pendientes de licitar 550 millones de euros. El coste por kilómetro de la línea Coruña-Vigo se acerca a 22 millones de euros, que para el tramo norte se reduce a 15,1 millones y para el trayecto sur se eleva a 26 millones. Tal diferencia de precios se debe a los túneles: 17 en el norte y 20 en el sur
VIGO NO TIENE QUIEN LE DEFIENDA
Con Vigo, en vez ejecutar las obras prometidas, se le relega de forma reiterada. Vigo no tiene quien le defienda.
Ya en enero de 2012 la ministra prometió que en 2014 entraría en servicio la alta velocidad entre Santiago y Vigo. En ese mismo año, pero ya en vísperas de las elecciones gallegas, Ana Pastor hizo aquella confesión de que el Partido Popular (o sea ella) habla “por el Boletín Oficial del Estado, con inversiones estratégicas”, mientras “otros solo cuentan cuentos”. Declaración hueca. En el BOE de 7 de febrero de 2001está el compromiso de concluir la alta velocidad A Coruña-Vigo en 2007. A estas alturas, la ministra dice que a finales de 2014 se podrán cubrir los 155,6 km que media entre ambas ciudades en 70 minutos. Con una sencilla operación resulta que esos trenes circularán a una media de 133,3 km/hora. Por encima, levantando vías y cerrando estaciones del ferrocarril convencional. Una velocidad alejada de los 220 prometidos. El 10 de diciembre de 2011, día de la inauguración del tramo Coruña Santiago, se batió el récord de velocidad comercial con tracción diesel en un trayecto de 48,6 km (Uxes-Compostela) al superar los 200 km por hora.
Pero atendamos ahora a las palabras escritas en el BOE . Los Presupuestos Generales del Estado de 2011 (los últimos de Blanco) recogían el Eje Atlántico como una inversión de la Dirección General de Infraestructuras Ferroviarias iniciada en 1998 para finalizar en 2014. Las cuentas de 2012, los primeras de la ministra Pastor, hacen borrón y cuenta nueva ya que el “Eje Atlántico incluido Vigo” comienza en 2012 para finalizar en 2015. Otra novedad es que se encomienda la “construcción del tramo A Coruña-Vigo” a Adif, mediante resolución de 11 de mayo de 2012 publicada en el BOE de 7 de junio, donde consta que la inversión será a cargo de sus propios recursos. El tramo Santiago –Coruña, de 61,7 km y cuentan que tras un gasto de 631,9 millones, entró en servicio el 13 de diciembre de 2009. (En febrero de 2012, el ministerio de Fomento informó en sede parlamentaria que la deuda de Adif era de 14.600 millones de euros, más de la tercera parte de los 40.000 millones del Grupo Fomento. Adif además encarece el coste de las obras, porque cobra un determinado porcentaje sobre el coste, porque hay que ingresar para satisfacer las elevadas remuneraciones de sus ejecutivos).
PROGRAMACION PLURIANUAL QUE DURO MEDIO AÑO
El Consejo de Ministros de 30 de marzo de 2012 acordó enviar a las Cortes el proyecto de ley de Presupuestos del Estado 2012, que se presentó el 3 de abril en el Congreso de los Diputados. La Ley 2/2012, de 29 de junio, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2012, se publicó en el diario oficial del día siguiente. Antes de que Fomento acordara la encomienda a Adif ya estaba decidido el chollo, pues en el proyecto que aprobó el Consejo de Ministros el 30 de marzo ya figura un insólito “Eje Atlántico (incluido VIGO)” con un coste total (2012-2015) de 725 millones de euros para la provincia de Pontevedra, y así apareció en la ley presupuestaria.
La primera programación cuatrienal de la ministra Pastor sólo duró medio año, porque en las cuentas de 2013 cambia el inicio a 2011 y retrasa el final a 2017, coste total 669,8 millones de euros, modificando el título del código a “Eje Atlántico (A Coruña-Vigo) incluido estaciones”. La inversión programada para 2013 y 2014 en las cuentas de 2012 era de 450 millones de euros, pero se reduce a 346 millones en las de 2013. En los Presupuestos vigentes se mantiene el título “Eje Atlántico (A Coruña-Vigo) incluido estaciones”, pero el final de la obra pasa a 2018 con un coste total de 697,9 millones. Si la ministra habla por el BOE, el final del tramo pontevedrés del Eje Atlántico no estará en servicio hasta 2018. ¿A qué viene entonces contarle a los vigueses que el aviño entrará en Vigo en 2014 cuando tiene en los presupuestos 2018? Por encima con una programación plurianual de tres años, frente a la costumbre de cuatro, dejando sin proyecciones las anualidades de 2017 y 2018.
Por cierto, en el BOE, está la Ley General Presupuestaria que en su artículo 29 establece: “Los escenarios presupuestarios plurianuales contendrán la distribución orgánica de los recursos disponibles y se desarrollarán en programas plurianuales, referidos a los tres ejercicios siguientes, y ajustados a sus previsiones y límites, en los que por centros gestores se establecerán los objetivos a conseguir y las acciones necesarias para alcanzarlos así como las dotaciones de los programas presupuestarios”.
Con Galicia, en treinta años de presupuestos democráticos, jamás de cumplió la programación plurianual. Variaban de un ejercicio para otro. Y los diputados, mudos.
EL FATUO DE PALAS FIJO EL FINAL EN 2014
Antes de que Ana Pastor tomara las riendas del ministerio de Fomento, como la política al uso aguanta todo lo que le echen, el impresentable José Blanco también se burló de Vigo y de toda Galicia. Cuando pusieron al de Palas de Rei para manejar el dineral de la desenfrenada carrera inversora de las infraestructuras, se encontró con la programación de Magdalena Álvarez. En 2009, la Dirección General de Ferrocarriles situaba el final de una obra iniciada en 1998 en el 2103, con un gasto de 1.192 millones de euros en cuatro anualidades: 2009-2012. Es difícil averiguar la inversión necesaria para 2013 cuyo coste total ascendía en 2009 a 2.376,7 millones de euros. Se estrena Blanco con los presupuestos de 2010, en los que cambia el nombre de la dirección General: pasa de Ferrocarriles a Infraestructuras Ferroviarias. Aumenta el coste total hasta 2.400,2 millones de euros, pero mantiene el final en 2013, si bien la proyección que para 2010 había fijado en 326,4 millones, la rebajó hasta 223,2 millones. La proyección para 2011 estaba en 566,8 millones, que reduce a 416,1 millones. En las últimas cuentas del fatuo de Palas, lleva el final a 2014 y ya no respeta la proyección de 2011 q ue alcanzaba 416 millones, pero que en la ley rebaja a 279,7 millones. Coloca una proyección para 2012 de 287 millones, que la ley sube a 312,5. A pesar de lo que está en los presupuestos, el día de la puesta en servicio del tramo Santiago-Coruña (diciembre 2009), anunció que en 2012 pondría Vigo a una hora de Coruña. Es el año en que entra Adif que programa ejecutar la línea entre 2012 y 2015 con un coste total para las provincias de Coruña y Pontevedra de 898,3 millones. En los presupuestos de 2012, los primeros de la etapa Pastor, se recupera la Dirección General de Ferrocarriles.
En las cuentas de 2013, el Eje Atlántico aparece con año inicial en 2011 y fin en 2017, por valor de 798,4 millones, 99,9 millones menos que el coste anticipado en el ejercicio anterior, año en que calcularon la inversión prevista la en 318,7 millones. Si ejecutaron esta inversión, el coste total tendría que ser de 479,7 millones, en vez de los 749,5 que figuran en los presupuestos de 2014 que demoran final a 2018. Y si además se ha formalizado el gasto previsto para 2013, que comprometieron en 200,9 millones, estaríamos pendientes de 278,8 millones de euros para alcanzar el ramo de una obra incompleta tras 19 años. Porque en 2018 puede que el Eje Atlántico comunique a Vigo con Coruña, pero quedará pendiente la prolongación hasta Ferrol, la estación pasante y la nueva línea Vigo Porriño hasta la frontera con Portugal. Y el cambio de vía. Claro que con el castigo de traer a Vigo la alta velocidad que arranca en Lubián por Cerdedo, la estación pasante se convierte en recuerdo.
Las cuentas que cubren los trece años de andadura del Eje Atlántico recuerdan aquel “por picos, palas y azadones, cien millones”, pero en este caso sólo por el descontrol del gasto. Pero el Eje tiene una historia ofensiva, discriminatoria, tremendamente injusta… Habrá que contarla, porque demuestra que los ministros de Fomento se han clonado. Blanco siguió la forma de tratar a Galicia de Magdalena Álvarez y Ana Pastor la de José Blanco. Son clonados sin que ande por medio el ácido desoxirribonucleico. Todos han contado mentiras porque Madrid, Cataluña, Levante y Andalucía, además de mayor población, tienen incansables defensores. Y hay que ejecutar las obras con la menor dilación posible. Los parlamentarios gallegos en la Corte de Madrid están en una eterna procesión dos caladiños. Cuando gobierna el PSOE chillan los del PP, cuando le toca el turno a los del PP, gritan los del PSOE. Y dicen lo mismo. Unos y otros olvidan que a través de Google se pueden conocer los detalles de esa forma indigna de mantener el atraso gallego.