RECTIFICAR ES DE SABIOS Y MÁS CUANDO LA MAYORÍA ABSOLUTA SE SOSTIENE EN UN INVENTOR MUERTO EN 1901
Las instalaciones feriales de Amio no se hubieran levantado sin la aportación de fondos europeos. La condición sine qua non del ejecutivo europeo para cofinanciar la sede del primer mercado ganadero de España era su uso agropecuario y sin fecha de caducidad. En sus 14 años de existencia, en este espacio público no se han ofertado de forma sistemática productos agrarios. Pero de forma oscura y objetivos confusos se han permitido eventitos como los coches de coleccionistas, los pisos de especuladores y los trapitos amortizados, actividades que están cubiertas en cualquier ciudad o villa de Galicia. Limitaron la gestión a las transacciones de ganado sin ocuparse para nada de organizar y ampliar la asistencia de productos al mercado, hasta que en 2007, ya con nueve años de abandono a cuestas, realizaron las primeras obras de acondicionamiento para adaptarse a la normativa europea, como calentar agua con placas solares para la desinfección de vehículos y naves de recría... Pero operando únicamente con ganado, mayormente vacuno, ¿por qué en 14 años no se estableció en Amio el obligado destino agropecuario? (Agropecuario: “que tiene relación con la agricultura y la ganadería”, “que ten relación coa agricultura e coa gandaría”). El incumplimiento de tal objetivo se mantuvo tan largo período por la incompetencia de los administradores municipales socialistas y bipartitos. Los políticos para justificar sueldos excesivos desplazaron a los funcionarios de la gestión de los servicios. En ese tiempo, el opositor Partido Popular defendió la permanencia de la feria de Amio, pero tampoco se ocupó de presionar para la puesta en marcha del escaparate agrario con potencial para mantener un año de actividad. Sin embargo, desde que obtuvo la mayoría absoluta se agarró al “largo de ahí” para expulsar un servicio público de Santiago hacia Silleda. Esto no se le ocurre ni al que asó la manteca. Conde Roa lleva nueve meses al frente de la alcaldía, tiempo en el que no movió ni un dedo para poner en valor el Amio agropecuario. A los dos meses de ocupar la silla poltrona ya se lanzó, sin un solo argumento convincente y con prolijas meteduras de pata, a crear problemas para eliminar una feria secular. Mientras tanto, proliferaron los testimonios a favor del mantenimiento de la feria pecuaria.
LAMENTABLE INTROMISIÓN DE RUEDA
Pero hete ahí que antes de que Conde Roa diera la primera señal pública para eliminar el mercado ganadero de Amio, según información de La Voz de Galicia (3/09/2011), se conoció que “en junio, el conselleiro de Presidencia y de la Fundación Semana Verde, Alfonso Rueda, avanzó a la alcaldesa de Silleda, Paula Fernández, que se trabajaba en esa dirección. La alcaldesa recibió una llamada desde la dirección xeral de Producción Agropecuaria de Medio Rural, el 31 de agosto, «para informarme da posibilidade do traslado» e interesada por los plazos se le indicó que «dependía moito do Concello de Santiago pero esperaba que se resolvera todo antes de final de ano».
Paula Fernández –continúa la información del periódico coruñés- incluso fue informada de que las posibles carencias que pudiese tener el mercado de Silleda para acoger el de Amio “íbanse solventar pola Xunta con rapidez”.
El mismo periódico el 1 de septiembre ponía en boca de la concejala Reyes Leis la siguiente declaración inhábil: «los ganaderos están descolocados y nos piden soluciones, pero ya les hemos dicho que lo mejor que pueden hacer es irse a Silleda y olvidarse de Santiago, porque no tiene futuro como mercado de ganado». En 24 horas el presidente de la Asociación Galega de Empresarios Ganaderos (Agega), Enrique Otero, le daba respuesta a la pitonisa en el mismo medio: “quen é o Concello para decirnos que vaiamos a Silleda, iremos onde nos pete”, y aclaró que las instalaciones de Silleda no reúnen las condiciones para albergar un mercado nacional de ganado.
El caso es que antes de que tomase posesión la nueva Corporación Municipal ya el conselleiro Rueda, sin autoridad alguna para ello, anunciaba el final de la feria de Amio. Una lamentable intromisión.
En la toma de posesión proclamaba Conde Roa: “Non podemos gobernar de costas aos cidadáns, sinxelamente porque son eles os que teñen, en numerosas ocasións, mellores e máis pensadas solución aos seus problemas”. No obstante, el alcalde se pasó el otoño alentando la campaña contra Amio con malas artes y con la inadecuada colaboración de Reyes Leis. Un trabajo de bien mandados, pero olvidando a los ciudadanos.
LA OPOSICION GANA EN VOTOS POPULARES
La mayoría absoluta que el Partido Popular alcanzó en Santiago es raquítica, cuando la ciudadanía estaba hasta el gorro de la manera de gestionar del bipartito y aún así se registró una abstención del 37% y 1.834 votos en blanco. La candidatura encabezada por Conde Roa alcanzó 20.787 votos, cuando socialistas y nacionalistas sumaron 21.265. Si media docena de votantes de cualquiera de las otras candidaturas se decantaran por el Bloque todo seguiría igual de mal, pero Conde Roa no sería alcalde. Cada concejal popular costó 1.599 votos, 1.652 a los socialistas y 2.129 a los nacionalistas. ¿Por qué obtuvo mayoría absoluta la candidatura de Conde Roa? Por la ayuda del jurista belga Victor d’Hondt, que falleció en 1901.
Conde Roa es alcalde con todas las de la ley. Pero al tener menos votos de electores que la oposición, debe meditar y reflexionar antes de plantear una campaña como la del cierre de Amio para ponerle respiración asistida a Silleda. Asunto, por cierto, que no figuraba en su programa electoral. Pero, ¿han meditado un segundo sobre la cuantía de las indemnizaciones por rescindir un contrato, el cambio de uso de las expropiaciones, la pérdida de ingresos municipales por las tasas y la reducción de la actividad económica, el aumento del paro, etc.?
A favor de la continuidad del Amio agropecuario están los dos partidos de la oposición, UPyD, la Federación de Asociacións de Veciños do Rural de Santiago (Ferusa), la Federación Rural Galega (Fruga), la Asociación de Tratantes de Ganado de Galicia (Astragal) y la Asociación Galega de Empresarios Ganaderos (Agega). Y la Plataforma en defensa del Mercado de Ganado de Compostela que confirmó su oposición con la presentación de 7.000 firmas. También defienden la continuidad de Amio los carcineros de distintos puntos de Galicia y los ayuntamientos vecinos de Ordes y Oroso. Este último plasmó su apoyo por unanimidad del pleno, que cuenta con cuatro concejales del Partido Popular. Oroso además, si se elimina la feria de Amio, ofrece terrenos para un nuevo recinto ferial.
EL VIRREY DEL DEZA NOS QUIERE GOBERNAR
En contra de la permanencia de Amio, además del Partido Popular de Santiago, se han pronunciado la Cámara de Comercio, la Asociación Hostelería Compostela y el periódico gratuito El Correo Gallego con una desafortunada información para que La Voz siga triunfando en Santiago. (“Santiagoteespera”). También metió las narices en el tema de Amio el gran cacique José Crespo, alcalde de Lalín que anda como virrey del Deza. Xóvenes Agricultores que no tiene nada de sindicato, ya que es como una factoría al servicio del PP a cambio de importantes remesas de dinero público. Hace unos años, cuando el PP defendía a gritos la feria de Amio, la factoría se oponía “rotundamente al cierre unilateral que el alcalde [Bugallo] quiere decretar para el Mercado Nacional de Ganado” al entender que "subxace a intención de trasladalo a outra provincia". Sostenían que “este mercado es una institución centenaria ubicada en terrenos expropiados ad hoc”. Ahora cuando Rueda y Crespo tratan de eliminar Amio para seguir enredando, el secretario general de la factoría sale con que siempre defendieron el traslado a Silleda “por los problemas que tiene” y ensalza el sistema de subastas dezano “por ser uno de los mejores de Europa y porque pensamos en los productores y no en los tratantes”. Y hasta plantea la posibilidad de que la Xunta apoye económicamente a los ganaderos al principio “para sufragar gastos de transporte”. Los problemas de Amio se resuelven con políticos honestos y trabajadores, mientras que los de Silleda son irresolubles. Y Rueda y Crespo, y más prebostes de la Xunta y de la Diputación de Pontevedra, están en la Fundación Semana Verde, que funciona como un saco sin fondo. Pero Crespo, mandamás de los peperos de la zona, defiende la construcción de un edificio agrario en Lalín, mientras los delegados de personal de la Fundación Semana Verde piden con sentido común que se paralice para ahorrar 1,8 millones de euros y centralizar todos los servicios del sector primario comarcal en el recinto ferial. Si se olvida que como patrono en representación de la Diputación de Pontevedra es corresponsable del derroche de Silleda, su competencia como alcalde permite defender con uñas y dientes el edificio agrario que costea la Xunta en tiempos de recortes extremos.
La Asociación Ferial de la Semana Verde, fundadora del certamen que caminó con humildad y acierto en sus primeros años, y consentidora después de su errante andadura, sólo acordó solicitar el traslado a Silleda del mercado de ganado de Amio, en caso de que se cierre en Santiago. Los profesionales de Agega ya en 2008 utilizaron la ironía para sortear la presión de los políticos, cuando señalaron que podían aceptar la “imposición” Silleda, pero habría que “dotar a esas instalacións do que teñen que reunir para que sexa un mercado de categoría nacional”, con una serie de condiciones como las comunicaciones viales, entradas y salidas, precios y numerosas reformas para su readaptación. Las condiciones definían un imposible.
LA HOSTELERIA DE SANTIAGO SE EQUIVOCA
En contra de la continuidad de Amio hay muy poquita cosa. Pero además ninguno de ellos tiene vela en este entierro. Las cuestiones municipales de Santiago de Compostela no son competencia del alcalde de Lalín, ni de la agrupación de caciques del Deza. A dios gracias. Así el cacique del Deza no puede instalar en los soportales del Palacio de Rajoy puestos de venta de elaborados de carnes porcinas de las granjas de Lalín. (O de Cataluña). Como tampoco puede proponer el traslado del Hospital Provincial de Santiago a Lalín. Eliminar la realidad de Amio tampoco es competencia de los mal llamados sindicatos agrarios, expertos en el subviene.
Unións y Xóvenes coinciden en señalar que la subasta informatizada de Silleda garantiza mejores precios. Sin embargo, las estadísticas de Asemga confirman la desinformación en que habitan los subvencionados. El valor de las 16.670 cabezas de vacuno mayor subastadas en Silleda en 2010 fue de 9.650.397 euros y las 15.262 de Amio alcanzaron 9.761.671 euros. Por tanto, el valor medio por cabeza de vacuno mayor en Amio fue de 639,6 euros y el de Silleda alcanzó 578,9, frente a 627,1 de media nacional. En cuanto al vacuno menor, el valor medio por res fue en Amio de 610,6 euros, de 225,5 en Silleda y de 289,4 de media nacional. A todo esto hay que añadir que en 2010 la cuarta parte de las cabezas de vacuno menor (376.241) que concurrieron a los siete mercados nacionales, un total de 92.879 se comercializaron en Amio y 38.061 en Silleda. El valor medio por cabeza de todos los ganados que concurrieron a los mercados de España fue de 348,5 euros por encima de los 333,1 de Silleda y por debajo de los 435,9 de Amio. Si las cotizaciones son más altas en Amio es que el sistema de trato beneficia más al vendedor que la subasta informatizada.
El más lamentable de todos los apoyos para la eliminación de la Feria de Amio es el que protagoniza la Asociación Hostelería Compostela. Los carniceros gallegos que trabajan carnes de excelencia adquieren sus reses en la feria de Amio. Desde distintas localidades de las cuatro provincias gallegas acuden a Santiago para hacerse con el mejor producto. Sin embargo, hay restauranteros en Compostela que trabajan con carnes vacunas de Irlanda o Dinamarca o porcino de Cataluña. Si Amio en vez de estar a un paso de la gran plaza del Obradoiro, estuviese situado entre Bilbao y San Sebastián, los hosteleros vascos –de los que mucho tienen que aprender los compostelanos- no permitirían que se plantease tan absurda pretensión como eliminar un mercado ganadero de excelencia. Los restaurantes vascos trabajan las mejores carnes de Galicia. Incluso en el País Vasco hay empresas que despiezan canales de razas autóctonas gallegas que en parte acaban en restaurantes gallegos, incluso alguno de Compostela.
Rectificar es de sabios. Los que llevan meses diciendo tonterías para intentar contra viento y marea eliminar una importante feria europea antes de que terminase el 2011 ya temen las consecuencias de imponer una barbaridad frente al interés gallego. Amio es a lo agropecuario lo que Lavacolla es a lo aeroportuario. Pero los testarudos se deben creer que los manejos pasados y actuales son verdades absolutas. Consideran irrevocable la decisión de rescatar la concesión. ¿Habrán calculado la cuantía de la indemnización? El rescate nunca será gratuito. También hablan de un expediente sancionador. Se están metiendo en camisas de once varas para privar a Santiago de un servicio que bajo la pésima gestión municipal aporta beneficios a la economía local. Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero. Y más ayudaría si en vez de poner políticos para justificar sueldos desmesurados, dejaran la gestión en manos de funcionarios profesionales. El caso es que ya pasó enero y febrero y Amio sigue donde siempre sin que el Ayuntamiento haya pedido perdón por las gansadas escupidas sobre el mercado agropecuario y ponerse manos a la obra de gestionar Amio con los objetivos que señala el artículo 2 del Reglamento. Y en marzo se suspendió la coña marinera outlet, cuando las tiendas de Compostela llegaban a rebajas de hasta el 70%. El comercio se tiene que autodefender y protegerse de las sanguijuelas.